En el marco del dulce y suave aroma del Füllsen

Jorge Bohn y yo, Horacio Agustin Walter, él abogado, yo profesor de historia, nos propusimos hacer un proyecto de jornada histórica cultural en San José, en el ámbito de la Füllsenfest.

Y llegó el día 10 de noviembre, viernes antes de la Füllsenfest. En la Asociación Germano Argentina en el Pueblo San José.

Guillermo Zambrino sacó de entre sus dedos unos acordes y fue presentando el libro que su esposa Susana y él denominaron “Del Río Senguel Al Tandil”. Luego Federico con su voz seca y con un castellano difícil de hacer para un alemán comenzó a replicar porqué luego de una vida de sacrificio, de privaciones y de trabajo, con mejoras en lugares y tiempos difíciles le exigían los papeles de la tierra.”¿Y la palabra?” esta frase retumbó a lo largo de toda la representación mientras Susana desgranaba la historia de amor de sus abuelos, de sacrificio y de trabajo. La música sintetizaba los momentos de la historia y el coro de padre e hijo llenaron nuestros corazones.

A mi me tocó el turno de hablar sobre la “Identidad volguense, una construcción constante” apoyado con algunas gráficas e imágenes fuimos recordando que la identidad no es un deseo personal o colectivo sino que es la afirmación del grupo circundante que acepta nuestra identidad y lo hace porque los valores que los ofrecemos son genuinos, aceptables y honorables. Y que hacemos el esfuerzo de no perderlos porque eso también debilitaría a nuestra propia comunidad. Sólo en la medida en que “mirando hacia delante con la esperanza y hacia atrás con los recuerdos” podremos avanzar en la construcción de la identidad volguense. Que se realiza con las Asociaciones que trabajan en pos de estos objetivos, realizando encuentros, congresos y jornadas: con la pujante literatura que comienza a aparecer en los últimos veinte año, con sus historias, sus novelas, la vida cotidiana y el reclamo siempre presente de no olvidar la propia lengua. Con la importancia de los mensajes a través de la internet, la radio y los medios audiovisuales. La gastronomía hace los suyo cada si de un modo natural del mismo modo que lo hacen las fiestas y las celebraciones,
Los museos ya resultan como el cierre al proceso de construcción de esta identidad volguense. La frutilla del postre de esta construcción la da el nuevo fenómeno del turismo que permite a propios y extraños acercarse a las aldeas y colonias para conocer su vida cotidiana, sentir el perfume del pan bueno a la madrugada cuando se encienden los hornos de barro. El nuevo turismo desea conocer la historia, la arquitectura, los caminos del trabajo, y los olores de la comida.

El aplauso final para los isertantes y para los organizadores no marcó otra cosa que el compromiso de seguir en esta senda de juntar lo cultura a lo festivo.
El Prof. Horacio Walter obsequió sus libros (Los Senderos del Wolga, Las flores del almendro y Abrojos en la Lana, así como también una enciclopedia universal de su biblioteca personal) a la Biblioteca Sankt Josep´s, lo que fue seguido por Susana Knoop, con el libro “Del Río Senguel Al Tandil”.
Nosotros los que tuvimos ese sueño, agradecemos a Hugo Schawb, a Diego Dome, a Juan Hippner por habernos permitido expresar nuestros conceptos y nuestros breves conocimientos como un ofrecimiento y a la vez una forma especial de agradecer que alguna vez tuvimos algo importante que ver con la colonia. Como haber nacido. Gracias.
Hermosa nota Horacio, gracias!!!
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