Una importante experiencia para el conocimiento de la
comunidad volguense resultó la charla que el Ing. Bruno Contigiani nos brindó
este viernes pasado en la Cátedra Libre de la historia y la cultura de los
Alemanes del Volga. Un tema tan significativo como poco conocido. “La República
Autónoma Socialista Soviética de los Alemanes del Volga”.
Luego de la presentación del disertante
realizada por el Director de la Cátedra, el Prof. Horacio Agustín Walter, Bruno
comenzó su charla con una ubicación del contexto histórico y social de la
migración de los Alemanes llegados de la Actual Alemania hacia la zona del bajo
Volga en el Oblast de Saratov. Habló sobre los años de su estadía y la crisis
que motiva su nueva migración a América, incluida Argentina.
También nos ubicó en el contexto histórico concreto de Rusia
a partir de la revolución bolchevique que rompe las estructuras monárquicas y
autoritarias del zarismo instaurando una nueva política de igualdad a partir de
Lenin. Nos instruyó sobre las causantes de esta revolución, de los antecedentes
en el año 1905 y de la rebelión de los descontentos de la revolución en la
fortaleza de Kronstad en los años 1921.
Los primeros años del comunismo fueron duros, prácticamente
una economía de guerra, donde para los sectores bajos de la población no se
advertían las mejoras que proclamaba Lenin. Malas cosechas e incluso demasiada
incautación de los cereales por parte del gobierno generaron las hambrunas de
la década del 20 que dejaron una mortalidad muy alta. Las modificaciones y las
alternativas que se generaron en la población dieron como resultado la creación
de la República Autónoma socialista soviética de los Alemanes del Volga” en el
año 1924.
Sobre la base de una comuna de Alemanes del Volga instaurada por el propio gobierno de Moscú en el año 1918 14 cantones fueron las regiones que constituyeron la república con una capital en Engels frente a la ciudad de Saratov. El territorio era de aproximadamente 28.000 Kilómetros cuadrados con una población cercana a los 400.000 habitantes. De ellos, el 64 % eran alemanes, un 25 % rusos, un 9 % ucranianos, un 1,5 % cosacos. El porcentaje (4,5%) restante estaba constituida por distintas minorías étnicas.
El idioma oficial fue el alemán, aunque también se consideraban como tales el ruso y el ucraniano. La educación, por los propios antecedentes que tuvieron en la organización volguense, fue una de las más importantes entre las nuevas repúblicas creadas en la antigua URSS. El desarrollo cultural resultó importante y se editaron en esa época más de 21 periódicos informativos en la región.
La constitución política era la de una república, federada,
aunque las ordenes de Moscú eran clave para su desarrollo. La duración de esta
república llegó hasta el año 1941 en oportunidad en que el ejército alemán
(Operación Barbarroja) comenzó a ocupar el territorio ruso. En ese momento,
Stalin que era el jefe del Secretariado del partido comunista, decretó la
disolución de la república de los Alemanes del Volga y su deportación a las
regiones de Siberia y Kazajistan, comenzando en este momento, una de las
páginas más tristes para los descendientes de los alemanes del Volga que se
quedaron en Rusia.
La terminación de la segunda guerra mundial, el silencio
sobre este genocidio volguense, la vuelta a casa luego de más de diez años (a
partir de 1955 por gestiones del gobierno alemán de Adenauer) generaron a lo
largo del tiempo algunos intentos de volver a repensar y recrear la república
de los Alemanes del Volga, situación que nunca pudo llevarse a cabo. Las
distintas operaciones que posibilitaron a los descendientes volguenses a
regresar a Alemania, los intentos de la primavera rusa de democratizar las
estructuras políticas, nunca llegaron a devolver a los antiguos descendientes
de los alemanes del Volga ni sus pertenencias ni sus derechos perdidos.
Un intercambio interesante de cuestiones se desarrolló al final, tanto en el cierre del evento como en la alegre reunión en la Cafetería de la Universidad. Los participantes le brindaron un cálido y agradecido aplauso por su prolija disertación y por compartir sus conocimientos, incluidos aquellos que hacen al idioma ruso, que notábamos que lo manejaba con absoluta normalidad. La universidad Nacional de La Plata por intermedio de la Cátedra le hizo llegar un diploma por su participación y el Centro Wolgadeutsche y la Cátedra la entregaron una presente recordatorio.
Bruno Contigiani, muchas gracias!
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